El pasado jueves, 18 de
octubre, El País publicó un artículo de opinión del exministro de Exteriores
alemán Joschka Fischer titulado “Los
ensayos de Europa en la crisis”.
Joschka Fischer |
En su artículo el sr.
Fischer propone la creación de una segunda cámara legislativa, que en realidad sería una “tercera” (si contamos el Consejo como Cámara legislativa que representa a los
Estados), para tratar la gobernanza económica porque el Parlamento Europeo no
tiene soberanía fiscal.
La Unión Europea si que
tiene soberanía fiscal, puede crear recursos propios y podría establecer
políticas de armonización fiscal, pero el problema es que son competencias del
Consejo. Por el principio de “No
Taxation without representation” (No tributación sin representación) debería ser una cámara elegida por los ciudadanos
la que ostente esas funciones y no el Consejo.
El Parlamento Europeo es la
única institución europea elegida por los ciudadanos pero en materia fiscal
tiene un mero papel consultivo. No creo que sirva de nada crear una segunda cámara
legislativa dentro del Parlamento Europeo para tratar estos temas si el
Parlamento Europeo solo tiene un papel consultivo, quizás si, pero para hacer
más lentos y costosos los procesos legislativos en Europa.
Sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo |
La solución no es crear
nuevos órganos, la solución es que el Consejo transfiera al Parlamento Europeo
todas las competencias en materia fiscal que le reconocen los Tratados de la
Unión Europea y, a su vez, que transfiera todas sus competencias ejecutivas a
la Comisión. Una vez hechas las transferencias el Consejo debería ser la Cámara
de Representación Territorial de los Estados miembros y de 2ª Lectura.
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