El Neorepublicanismo político, es mucho más que cambiar la jefatura del Estado, se articula en tres líneas básicas: Equilibrio de poderes, se definen y delimitan los diferentes poderes, pero estableciendo una relación de equilibrio y colaboración entre ellos, de tal forma que ninguno se establece por encima de los demás; la libertad como No Dominación, entendiéndose como un objetivo y no como una limitación; y la Virtud Cívica, en el sentido de que la gente participa para ejercer su libertad, pero lo hace asumiendo una responsabilidad colectiva, no pensando en sus intereses individuales sino en los del conjunto de personas.
¿En qué medida este pensamiento puede servir de base a una Europa de los Ciudadanos? Mediante una regeneración de la democracia europea, debiendo realizarse una reforma profunda del sistema electoral europeo y de las instituciones europeas; e impulsando una democracia deliberativa en todos los niveles de gobierno, que permita una participación efectiva y responsable de los ciudadanos, más allá de los procesos electorales, pero no solo creando los medios para ejercerla, sino también dando a conocer los diferentes cauces y estimulando su ejercicio.
Democracia deliberativa
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