Hoy pude leer en la edición impresa del Diario Público, como el señor Ibarreche propone la desobediencia civil para conseguir sus ilegales fines.
Ilegales por dos motivos, en primer lugar, porque la celebración de consultas o referéndum es competencia, según la constitución, del Estado Español, y segundo, porque nuestra constitución proclama la unidad del Estado Español.
Creo que los últimos desvaríos del lehendakari deberían ser la gota que colma el vaso para iniciar el procedimiento del art. 155 de nuestra constitución para intervenir una autonomía que actúa de manera flagrante contra el interés general.
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