¿Nacionalismos y federalismo europeo son incompatibles?

¿Los nacionalismos y el federalismo europeo son incompatibles? Es una pregunta sobre la que llevo mucho tiempo reflexionando. Cuando he oído a un grupo de nacionalistas catalanes declararse federalistas europeos, mientras al mismo tiempo promueven la independencia de Cataluña con valores que no se corresponden con los del federalismo, ví la necesidad de escribir este artículo. Sí, son incompatibles y explicaré el por qué.

En primer lugar, el federalismo europeo busca unir mientras que los nacionalistas buscan separar. El federalismo europeo busca eliminar las fronteras y tender puentes mientras los nacionalismos buscan abrir nuevas fronteras y generar división. Algunos nacionalistas hacen falsas promesas de que seguirán en la Unión Europea cuando consigan la independencia. Sin embargo, no se ajusta a la realidad porque en el momento que se produzca dejarán de formar parte y tendrían que solicitar la admisión como cualquier candidato. Ya que pertenecían a la Unión Europea mientras formaban parte de un Estado miembro con el que se han firmado los Tratados de la Unión, y cuando lo dejan ya están fuera de la UE.

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El segundo punto, el federalismo europeo es respetuoso con el ordenamiento jurídico y el respeto del Estado de Derecho. El respeto a la legalidad, las resoluciones judiciales y el ordenamiento jurídico son elementos fundamentales para garantizar una sociedad justa y democrática, ya que nadie puede estar por encima de la ley en Democracia. Por el contrario, los nacionalismos están dispuestos a saltarse el ordenamiento jurídico y a no respetar las sentencias judiciales, considerándose por encima de la ley.

El caso más reciente en Cataluña, donde el nacionalismo no ha respetado ni la Constitución, ni el Estatuto de Autonomía para convocar un referéndum ilegal y sin garantías de que el resultado no haya sido un fraude. Además, no han respetado ninguna de las sentencias y resoluciones judiciales al respecto. Han incumplido tanto las del Tribunal Constitucional, que declaraban la inconstitucionales las actuaciones del independentismo catalán, como las resoluciones judiciales que aprecian que estos podrían haber cometido una serie de delitos en sus actuaciones ilegales.

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El tercer punto es la solidaridad. Para el federalismo europeo la solidaridad es importante para que garantizar una justicia social que ayuden a reducir las desigualdades económicas entre personas y también de regiones. Por el contario nos encontramos que los nacionalistas son egoístas. Tenemos ejemplos como: una de las frases más conocidas del nacionalismo catalán “España nos roba”; el “Roma nos roba” de la Liga Norte en Italia; o también la negativa de ciertos gobiernos nacionales a aumentar el pequeño presupuesto de la Unión Europea (1% del PIB).

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En cuarta posición está el respeto a las diferencias y la cooperación. En un Estado Federal el respeto a las diferencias culturales, religiosas e ideológicas son fundamentales para la convivencia y la cooperación dentro de la Federación. Quieren buscarse una forma donde todos salgan ganando sin vencedores ni vencidos. En contraposición nos encontramos que el nacionalismo promueve el odio y rechazo a lo que son diferentes y la creación de enemigos imaginarios. Sirvan de ejemplo: algunos comentarios denigrantes del nacionalismo catalán hacia andaluces y extremeños; el odio del nazismo hacia minorías étnicas como los judíos o los romanís; la utilización de noticias falsas o manipular la información por parte del nacionalismo catalán para generar odio hacia España; o la manía de los nacionalistas de etiquetar comos fascistas a quienes no piensan como ellos. Además, cabe señalar que los nacionalismos que han perseguido la unidad de conjunto o parte del continente han sido bajo un dominio imperialista.

Por esas diferencias, los nacionalismos, han sido la causa de las guerras que han azotado el continente europeo durante los cinco últimos siglos, mientras que el federalismo europeo es la alternativa a los males del nacionalismo. Solo con el federalismo europeo es posible el desarrollo de un marco de convivencia y unión democrático que garantice una justicia social basado tanto en el respeto de las diferencias y del Estado de Derecho como en la solidaridad.


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