En las elecciones europeas, que se celebraron este año en la semana del 3 al 9 de junio, se produjo una participación en toda la Unión Europea del 43%, es la participación más baja desde que en 1979 se eligieran por primera vez los eurodiputados directamente por los ciudadanos, en esas primeras elecciones europeas se registró una participación del 61,99%.
Resulta paradójico que la participación en las elecciones europeas ha tenido una tendencia decreciente en las elecciones europeas mientras el Parlamento Europeo ha ganado peso en la toma de decisiones, ha evolucionado desde un órgano consultivo a ser un órgano que tiene que ser tomado en cuenta en las decisiones.
Uno de los factores que podría explicar este decrecimiento es la continúa ampliación de la Unión Europea, desde los 9 Estados miembros que tenía en 1979 hasta los 27 actuales. 5 de los 9 miembros de las elecciones de 1979, son los que registran mayor participación en todas las elecciones europeas, es destacable que en Bélgica y Luxemburgo se registran una participación superior al 90% en todas las elecciones europeas, probablemente influya que la capital de Bélgica, Bruselas, es a su vez la sede de la Comisión Europea, una de las tres sedes del Parlamento Europeo y el supervisor europeo para la protección de datos también tiene sus oficinas allí, y Luxemburgo es la sede del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, del Tribunal de Cuentas y otra de las sedes del Parlamento Europeo, lo que haga quizás que los belgas y Luxemburgueses sean más conscientes de la importancia de las instituciones europeas que el resto de ciudadanos europeos. La participación más baja nos la encontramos en uno de los países que se unieron en 2004, Eslovaquia, es el único estado miembro donde no se supera el 20% de participación en las últimas elecciones europeas.
Los ciudadanos europeos tienden a considerar las elecciones europeas unas elecciones secundarias que carecen de importancia, esto quizás sea probablemente por la desinformación, y a qué los medios de comunicación dan escasa importancia a las noticias de ámbito europeo o comunitario. El parlamento europeo llevó a cabo una campaña institucional sin precedentes, llegando a hacer uso de las redes sociales, con el fin de aumentar la participación electoral. ¿Qué ha podido fallar en esa campaña institucional? Pero una cosa es clara esa campaña no puede quedarse aparcada hasta dentro de 5 años, debe ir mejorando en estos años, analizando sus fallos, pero ejerciendo una labor de concienciación acerca de la importancia de las instituciones.
Probablemente la heterogeneidad de las elecciones europeas en cada Estado miembro tampoco ayuda a la participación en las elecciones europeas y sea necesaria un Acta Electoral que permita que este proceso electoral sea homogéneo en toda la Unión Europea.
Bibliografía:
- “Comportamiento Político y Electoral”, Anduiza, Eva y Bosch, Agustí; Editorial Ariel Ciencia Política; 2ª Edición; Barcelona; 2007
7 comentarios:
Hola Jorge: Que estamos en plena canícula, nadie lo puede negar. Que uno está bajo de reflejos te lo voy a demostrar: No sé por qué regla de tres, se me había metido en la cabeza que no ponías el enlace de tu blog y ha tenido que ser por el blog de Macarena cómohe llegado hasta aquí.
Uno se alegra de encontrarse en su camino al personal ecologista y europeísta y espero que podamos colaborar en este sentido con nuestros blogs. Un abrazo: emilio
Yo hay veces que no me doy cuenta que tengo las cosas más cerca de lo que pienso.
Eso espero yo también, es probable que a través de la colaboración entre blogs consigamos hacer llegar a los ciudadanos la importancia de las instituciones europeas, y no me refiero únicamente a la importancia para solucionar las demandas de los ciudadanos, sino también para lograr un mundo sin guerras, donde se solucionen los conflictos por la vía del dialogo y la cooperación.
Quizá la gente sienta europa como algo lejano, sin darse cuenta de la importancia creciente que Europa puede tener en nuestras vidas. Pero también pueden influir decepciones, como el intento de implantar las 65 horas de jornada laboral semanal. No basta declararnos europeistas. Tenemos que determinar que Europa queremos, para que lo que en principio es muy positivo, no acabe degenerando en algo que implanta normas regresivas.
Precisamente que el Parlamento Europeo rechazase la jornada laboral de 65 horas es una de las cosas que muestra la importancia que tiene como órgano que representa a los ciudadanos de la Unión Europea.
Evidentemente que no bastan las palabras y que hay que trabajar para que las cosas mejoren.
Tampoco ayuda mucho que los partidos de cada Estado diriman los problemas nacionales en las elecciones europeas.
Estamos de acuerdo Jorge. Hay que esforzarse por conseguir una Europa más avanzada y democrática, que ilusione a los ciudadanos y los saque de los nacionalismos y patriotismos cerrados.
Un saludo
Para Alfredo: es cierto que no basta con declararnos europeístas, lo mismo que no basta con declararnos, por ejemplo, partidarios de la constitución española.
¿Qué puede hacer alguien convencido de los 'extraordinarios valores' que encierra la constitución española desde un blog?
En mi opinión, lo que puede hacer es difundir sus valores y reclamar que se cumpla el texto y no se quede en papel mojado.
En el caso de Europa uno puede promover que "milenaria" idea de europa y el proyecto de los fundadores se haga realidad, con las adaptaciones pertinentes a los tiempos que corren.
Un saludo: emilio
De acuerdo Emilio. Por cierto he hojeado tu blog, y me parece muy interesante.
Un saludo
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